miércoles, 23 de junio de 2010

LEY CARNICERA CONTRA LATINOS

¿En qué se diferencia un carnicero a otro? Exactamente en nada. El siglo pasado los alemanes nos enseñaron toda la irracionalidad humana llevada al extremo, nos enseñaron hasta donde no debemos llegar jamás, en nuestro deseo de ser o creernos mejores que otros en aspectos como nuestros pensamientos, o la raza (debemos entenderlo, hay solo una, la humana). Precisamente uno de los países que lucho contra este pensamiento teutón fue los EEUU, pero al parecer hoy por hoy han olvidado esta lección, pues ahora son ellos los que empiezan la misma carnicería (disfrazada) que hace mucho combatieron.

Una ciudad más aprobó leyes en contra de los latinos en EEUU, Nebraska se sumó a Texas y Pensilvania, el resultado de un referéndum fue: nadie puede rentarle vivienda o emplear a un latino.  Ley nacida de las mismas personas de a pie, aquellas que sacan a pasear a sus perros, que recogen el periódico por las mañanas, pero que no quieren ver latinos en esas caminatas, les repugna la idea de cruzarse con uno de ellos, porque tal vez los encuentran diferentes en el color o en el lenguaje; solo ellos y el diablo saben por qué.

Dirán que muchos de ellos se organizan en bandas delictivas, que son los principales vendedores de drogas a sus hijos, etc., pero no nos quedemos en la superficie y examinemos, uno vende cuando hay demanda, es simple; los principales compradores no son los niños, son los adultos, padres, esposos, ejecutivos y autoridades del mismo gobierno estadounidense; un círculo de nunca acabar, diría yo.

Se debe pensar no en perseguir y reprimir a otros humanos, como pasará con los latinos cuando se ejecute la ley, sino crear políticas de ayuda y de industria en donde todos sean los beneficiados, debe existir una línea de integración que permita el desarrollo, particular y organizacional.   Ora se les condene a muerte como hizo Alemania, ora se les señale (una pequeña mordida para que agonicen) e inmediatamente se les dé la espalda, al final es igual, ambas son acciones propias de un carnicero.