aDios a los Toros

Mientras en esta parte del planeta (en EEUU) aun se persigue y condena a personas tan solo por ser latinas, en el otro hemisferio, por fin después de muchos años se hace justicia con los más indefensos, claro que en este caso son animales, los toros.

La purita verdad

El Parlamento de Cataluña en España ha decidido abolir las “fiestas” taurinas. No más muertes injustas de toros, no más risas y gritos de aplausos para asesinos, con espada en mano, y que por usar mallas se imaginen ser alguna clase de héroes. No más.

Bueno no más hasta mediados del 2012, por que como ya deben saber estas cosas políticas siempre tienen su trampa, si digámoslo, está bien que hayan aprobado la abolición de la matanza de toros, me parece perfecto,  pero ésta no se hará efectiva hasta año y medio después, explíquenme donde está la voluntad de ayudar a un moribundo si lo vas a hacer mucho después de saber de su situación.

Opiniones tenebrosas

Al menos el precedente está, y como se imaginaran media ciudad de Cataluña ha puesto el grito en el cielo, bueno la verdad creo que medio país lo ha hecho, pero desde aquí en Perú llama la atención la burrada que dijo Vargas Llosa, si ese ilustre escritor nacido por estos lares, en su defensa de las corridas de toros sostuvo: «Quienes alegan amor a los animales deben saber que si prohíben la Fiesta, los toros de lidia no tendrán una existencia bucólica, sino que se extinguirán», pero si está clarísimo, como es que no lo vimos antes, por Dios, si era por eso que se hacían las corridas, como existe el riesgo de que los toros desaparezcan hay que matarlos nosotros, por favor esto es una reverenda idiotez.    

La vida, no sé si bucólica, pero sí una digna pueden tenerla señor Vargas Llosa. No son animales que solo sirvan para eso, mas no se debería medir su vida por la cuestión de para que servirían entonces, comparten este mundo con nosotros y es suficiente para no maltratarlos, preguntémonos como leí por ahí una vez ¿para qué le servimos nosotros los humanos a los animales?    

Alexis y yo en el Congreso del Perú